Los cambios que están ocurriendo abarcan todas la áreas de actividad y nos afectan de múltiples formas.
Uno de los más significativos y revolucionarios es la configuración de los sistemas de comunicación y su impacto sobre la organización social, que facilitan y democratizan la relación entre la información o el conocimiento y su destinatario. A través del sistema llamado de redes sociales, de la misma manera que un rizoma, es como un tallo subterráneo que se multiplica, crece y se extiende horizontalmente en todas direcciones.
Cubre grandes superficies a través de los distintos nodos y en los que cada nodo (el usuario) es al mismo tiempo generador y receptor de la info, sin establecer un sistema de jerarquías entre los mismos.
La información y todo tipo de datos, tal como los nutrientes del rizoma, fluyen y circulan por toda la red en forma independiente de un eje central y dominante.
Esto le permite sobrevivir en condiciones difíciles y se dificulta su control. En condiciones adversas parece desaparecer de la superficie, pero se mantiene vivo en forma subterránea para emerger cuando las condiciones le son favorables nuevamente. Es suficiente que una pequeña fracción de esta red logre sobrevivir, para que vuelva a recuperarse y extenderse nuevamente.
Es por ello que sería más apropiado asemejar este sistema a una formación rizomatosa antes que a un sistema de redes, por su condición vital y dinámica que le permite desarrollarse y extenderse, replicarse o regenerarse en caso de haber sido agredida o sometida a un intento de control.
Esto le permite mantenerse viva, evolucionar y tener sus propios mecanismos de supervivencia, a diferencia de una red, objeto inorgánico que para ser reparado necesita de una actividad externa y especializada. El rizoma, en cambio, se repara y regenera a sí mismo como ninguna red inteligente conocida hasta ahora podría hacerlo.
Por contraposición podríamos llamar monocaulinar (un solo tallo o tronco) a los sistemas no rizomatosos, por su parecido con el funcionamiento de un árbol que tiene un eje central y dominante, el tronco, a través del cual se vinculan las hojas en la parte aérea con el sistema radicular subterráneo del que se alimenta.
La comunicación monocaulinar se inicia a partir de una extensa red de información que es la raíz de la noticia. Para entrar en contacto con la red de usuarios necesita un eje o tronco que vincula ambas redes, independientes entre sí. El eje o tronco, en este caso, es el medio gráfico o audiovisual, que está en condiciones de ejercer control sobre las formas y el contenido de los mensajes. Es un intermediario forzoso entre los generadores del mensaje (los periodistas) y sus destinatarios (el oyente o lector), como en un árbol lo es entre la raíz y su copa, a través del tronco.
Este control el medio lo ejerce de por sí, a través de sus directores pero también puede estar condicionado por sus accionistas, sus anunciantes y agentes de la política que, por distintas razones, tienen intereses no necesariamente asociados a la objetividad.
La comunicación rizomatosa no es mejor o peor que la comunicación caulinar, es diferente y debemos tener en cuenta que también tiene sus luces y sus sombras.
En estos modernos sistemas la comunicación se democratiza, es más participativa e inclusiva y llega al usuario en tiempo real, sin la demora de los medios de la prensa oral y escrita. Pero también es cierto que la falta de control tanto en su contenido como en su forma puede dar lugar a información maliciosa, condicionada o que no guarde la debida forma.
Normalmente esta modalidad se asocia a Facebook, twitter y otras por el estilo. Necesitan el registro del usuario, que pasa a formar parte de una importante base de datos, con el detalle de sus gustos y preferencias.
Queda el individuo expuesto a la manipulación de información personal para fines vinculados a intereses comerciales o, más peligroso aún, a intereses políticos. Esto ha dado lugar a una fuerte embestida de los medios tradicionales. Advierten una peligrosa competencia que les quita no sólo una importante cantidad de usuarios, sino además un redireccionamiento creciente de los gastos en publicidad.
Estos hechos pueden dar lugar a fuertes cuestionamientos, caída de su popularidad, de su credibilidad y fuga de usuarios. Es todavía una batalla que recién comienza y sería prematuro sacar conclusiones respecto de su futuro.
La Sociedad Rizomatosa no se agota en estas redes sociales. Ya está instalada en otras áreas de la cultura, la educación, el comercio y los servicios.
Algunos ejemplos podemos encontrarlos en iniciativas como Wikipedia, blogs, foros, crowfunding, intercambio de casas para vivienda permanente o vacaciones y emprendimientos comerciales como Airbnb, Uber, Fintech, e incluso las criptomonedas..
Los usuarios participan y acumulan información, como el caso de Wikipedia, construyendo colectivamente una Enciclopedia que ni Diderot hubiera imaginado y con la que la misma Enciclopedia Británica no podría competir en la amplitud de temas o velocidad de actualización.
En los blogs, como por ejemplo los blogs de viajes, es posible compartir las experiencias de los viajeros evitando la parcialidad y el mayor costo de la Agencias de Turismo.
En los foros se comparten experiencias y conocimientos de todo tipo y en algunos más específicos como Linked in, se comparten contactos, ofertas y demandas laborales.
El crowfunding, micromecenazgo o financiación colectiva, permite juntar dinero para causas nobles en concepto de donación; financiar el trabajo de artistas, políticos o deportistas a través de sus seguidores o participar en el nacimiento de nuevas empresas por parte de pequeños inversores.
A través de Fintech (tecnología financiera) es posible evitar la intermediación de grandes bancos mediante proveedores independientes. Usan sistemas de identificación biométricos y algoritmos para prever conductas fraudulentas, firma electrónica, conocimiento previo del cliente a través de Big Data y confluencia de inversores que ponen su dinero a interés por un lado y demandantes de crédito por el otro. Menores costos de intermediación y beneficios para ambos.
En esta Sociedad Rizomatosa quedan perdedores. Normalmente son empresas que intermedian entre la oferta y la demanda, sus accionistas y su personal. Los ganadores son los usuarios que tienen mayor información a su alcance con menores costos de intermediación y los pequeños emprendedores, que supieron ver anticipadamente los beneficios de esta nueva Sociedad. Muchas veces, rápidamente dejan de ser pequeños y en todos los casos reducen drásticamente los costos operativos.
Agencias de turismo, conductores de taxis, empresas inmobiliarias entre muchas otras se ven perjudicadas, así como su personal, sus proveedores y el mismo estado que reduce la recaudación de impuestos y aportes del personal afectado.
En esta Sociedad Rizomatosa que todavía está en pleno desarrollo y con vistas a provocar cambios imposibles de prever, sólo de una cosa podemos tener certeza, que nada será igual a lo que era antes.
Nos quedan algunos interrogantes a futuro:
¿De qué manera podemos, desde nuestro lugar en el sector agropecuario, aprovechar las ventajas de este sistema colaborativo que nos ofrece la Sociedad Rizomatosa? ¿Qué deberíamos estar haciendo para evitar ser arrastrados por esta ola que, sin lugar a dudas, cambiará el escenario en el que nos tocará vivir?
Quizá todavía no tengamos claramente una respuesta a estas inquietudes, pero ya es hora de que nos pongamos a pensar seriamente en ello.